EL EXORCISMO DE JOSELYN


Joselyn, es alguien que se peleó con su vida... Con su mundo... Con sus sueños... Con la ganas de seguir adelante y solo se quedó con el mal sabor de boca que se compara a los tóxicos que más de una vez embarga el cuerpo de los renales
Seria, molesta, sin ninguna sonrisa, con un tono de vos un poco golpeante, le acompaña su madre y quien refleja en sus ojos la tristeza y el pensamiento de cambiar de lugar, para verle feliz
Ella es una mujer joven, que estuvo por un par de años en Estados Unidos, claro se fue ilegal y regreso con catéter incluido, pues la hemodiálisis fue necesaria, podrá ser a raíz de la pastilla que les dan cuando viajan "mojados" a los Estados Unidos y deben atravesar el desierto, que sirvio para que no tengan deseo de orinar y ni sed, está incluida en el paquete del viaje de los sueños por los coyotes, quienes son los dilers y a su vez son sus verdugos al camino sin regreso de la Insuficiencia renal o. Quizás al final sea una especulación y sea tal vez un mal congénito no descubierto en Joselyn.
Su resentimiento con la vida, hace que se queje por todo en el tratamiento, desde el sillón, hasta el hecho que cree que las máquinas no son iguales a la de los Estados Unidos, que haya para que no sintiera dolor por los calambres la enfermera le ponía un medicamento que se llama morfina y ese quería que le aplicaran... Ella no habla mucho... Solo escucha música a todo el volumen posible que su iPod permite, así quizás no escuchara cuando la rueda de la máquina gira al efectuar el dializado
Pero regresemos al punto de partida y al hecho que Quizás no estuvo mucho tiempo allá en el norte, a lo sumo fueron meses... Pero quiso adoptar las costumbres y el hecho de haberse encontrado fuera del país tratando de conquistar el sueño americano... Y de ser diferentes a las personas que con un estrato superior económico y educativo puedan verle mal... Ella no ve que todos ahí somos iguales... Todos compartimos un mal o una bendición en común...
En uno de esos sábados de hemodiálisis, eran las seis de la mañana y ella ya estaba con su mama en la puerta de la unidad aún no había nadie, ella solo con el ceño fruncido y la madre muy sencilla me contesto el buenos días que le propicie, me quede a un costado pues la idea era que inmediatamente abrieran la puerta ella serian la primera que iban a conectar. Yo al principio creí que ella actuaba así porque era nueva, que no sabía, y que es cierto nos daban un tratamiento que no era gratuito pero eso jamás nos da derecho a maltratar al personal que nos atiende...
A las dos horas y medias del tratamiento se empezó a retorcer del calambre, se sienta de un solo, y trata de alcanzar sus pies, no hay que perder de vista que estaba conectada a una máquina y esta a su vez a un catéter al lado de su cuello. La enfermera se asustó y corrió a subirla pues ante esa acción logro que hasta la presión se le bajara y gritaba y se retorcía de los calambres...
A todos nos pasa alguna vez... Y los calambres son dolores incontrolables, pues tenemos limitado el movimiento...inmediatamente le pasaron salino intravenoso... pero su desesperación era tal que gritaba y brincaba y se movía de forma que le dolían mas se trababa más los músculos, y en ese momento nos hacen una llamado a tranquilizarnos pues no ayudamos con la rebeldía de querer aminorar el dolor, y este se escapa de las manos de la enfermera
Paso unos minutos así... Entro la mama de Joselyn y empezó a gritarle que le dolía que se quitara de su presencia, la señora solo guardaba angustia al ver a su hija con dolor...y le ofrecía hacerle masaje en los pies, ella pataleaba, yo solo pude escuchar que era más ataque de la posesión de la ira y frustración.
Pero nuevamente era más berrinche que calambre pues quería una inyección inmediatamente que acabara con el malestar... La exigía... Gritaba... Yo estaba cerca de ella ese día y juro que tuve ganas de decirle respira, cálmate, pero me dio miedo pensé en la película del exorcista... Y capaz se daba vuelta con todo y sillón... Así q le llame a la enfermera y me dijo le pondré una relaflex a ver si con eso se le calma
Creo q me incomodaba su dolor, sé que es eso, ya yo me sentía cansada de una jornada de trabajo larga y estar en esas como que no mucho, así que la exorcizada me paso el demonio del dolor de cuerpo y sin darme calambres pido la misma inyección... Al final la inyección me poseyó me dio ansiedad y hoy la que pacería poseída era yo... Lección: a veces lo que parece exorcismo se calma con una inyección, pero otras veces los berrinches no se quitan con inyecciones, ni con exorcismos