Pues es normal que uno se sienta diferente a su familia, no
por una forma diferente de vida a través de una maquina sino por el hecho de
tener gusto, parámetros de comportamiento diferentes, los valores podrán ser
los mismo, pero al ponerlo como un todo se ve como lo totalmente distinto.
Mi familia son personas humildes, mi mama es una mujer
trabajadora, genial mi vieja, a veces o mejor dicho casi todo el tiempo se
comporta como una niña asumió ese rol después que me dieron mi diagnostico y
tratamiento, paso por varias etapas, la de absolutismo y sobreprotección que me
inutilizaba, y la extrema del descuido disimulado. Pero hoy le da por hacer
ciertos berrinches raro o no, la amo tal cual es, ella llora por todo, es sentimental.
Mi abuela, es el roble de la casa, la fuerte, la enojada y
la de poco emociones cariñosas, con ella me crie yo pq mama pasaba trabajando
pero la vida la golpeo mucho y ella pese a todo trato de salir adelante y lo
logro, claro que la edad ya pesa en sus hombros, los achaques cada vez mas
frecuentes, y yo pese a que nunca tuvimos una relación muy afectuosa hoy somos
como personas que comparten dolencias, charlas de salidas, y a mi me preocupa
su salud, ella es fuerte, parece una mujer salida de una novela entre villana y
buena, son temporadas en las que ella se vuelve un poco desesperante pues se
odia, nos odia, y odia al mundo entero, trato de exhortar a mama a la cordura y
compresión con ella pues sea como sea es mayor y eso vuelve mas vulnerable.
Gloria, y Ana Maria, son ahora parte del conjunto familiar
de mi pequeñas paredes que la hacen de casa, la primera vivió mas de veinte
años conmigo, la segunda tiene cuatro y tres de ellos paso andar de gitana por
todo El Salvador, la segunda tiene arreglo, la primera pues básicamente ahí
va…su experiencia en la montaña las hace diferente, no las trato mal, ni con
menosprecio porque nadie tiene derecho hacerlo, solo grito con ellas, mas bien
elevo la vos, cuando la primera le responde a mi mama o a mi abuela, o cuando
la segunda agarra berrinche y quiere no hacer planas y no estudiar y me trata
de amenazar con regresar a la montaña
Pulgarcito, es el hombre de la casa, la mascota, el niño, un
perro con demasiado carácter diría yo, con prepotencia y dulzura controlada y deidad
que no puede derrochar en cualquier persona sino en las que el cree que vale la
pena invertir su valioso tiempo, también esta el hecho que el come lo que
quiere, duerme donde quiere, nadie lo regaña y jamás nadie le pega, porque
responde, con molestia, es un poquito interesado pero adorable cuando el quiere
que lo vean, y saluda cuando uno regresa a casa.
Esta es la familia que me acompaña a diario, la que me hace
enojar, reir, ponerme seria, y por la que salgo a trabajar a diario, a veces
sacrifico mis sueños y mis deseos, y pienso en que si yo no estoy quien estará
ahí para darles la mano.
Jamás me ha pesado ser jefa de familia, y mantener la casa,
solo que alguna veces pesa mas de lo normal, porque aunque la gente creería que
ellas deberían casi cargarme para que no me ensucie los pies, ellas viven cada
cual su vida, y mi padecimiento no les coarta sus exigencias, ni su hambre.
A veces exploto, muy pocas veces, y a cada uno se como
ponerlas quieta, sé que les gusta, sé que no les gusta, y sobre todo respeto a
la abuela, porque no puede ser ignorada por ser la mayor, al contrario es la
que mas necesita porque es la que mas ha vivido y mas ha sufrido.
Pero si hacemos viajes en familia, paseos, o salidas en
familia, desde un día antes me tomo mi dos fluoxetina mi lorazepan, respiro, me
pongo ropa cómoda, para que pueda estar tranquila, trato como jefa de la
manada, de cuidarlas a todas, llamarles la atención, proporcionarles lo que
necesitan, pero esto no siempre funciona, y pareciera ser que me adoptaron, o
que yo venia en una caja de berenjenas, y ellas en una de chufles, o de
motates.
Tengo gustos refinados, de donde no se, tengo modales, de
donde nose, dicen que hasta clase tengo, tampoco se de donde, soy una mezcla de
emociones entre fortaleza, autismo, y a la vez dulzura, pero bien dicen que uno
no escoge la familia, y pese a cualquier pronostico los amo a todos, todos
tienen un valor para mi.