Muchas veces me he preguntado
eso de ser libre,
Es posible ser libre, supongo
que si
Muchos estamos en libertad
ambulatoria y quizás ni eso disfrutamos, porque morimos por estar acostados
aconchando nuestras vidas
Pero la libertad me dijo
alguien se consigue cuando podes hacer lo que queras
Cuando podes levantar
emociones, reprimirlas, cuando sentís,
Pero será que vale la pena
ser libre, cuando las cosas son momentáneas, cuando el derroche de vivir
nuestra libertad se lleva entre las patas la vida y las almas de los demás.
Libres para que… para vivir,
para que sean conchudos o huevudos y te tiren la puerta en la cara, libre para sonreír,
para enamorarte para darse cuenta que el silencio después de hacer el amor, es
el momento de paz que tu cuerpo cargado de energía ha alcanzado la plenitud.
La libertad es un factor
mental muchas veces, podemos volar a
través de libros, vivir a través de historias articuladas en nuestras cabezas
que son hechos fantásticos que nada más está ahí, que no importa, lo que crean
o lo que sea la realidad.
Ante la simpleza una sonrisa,
ante el desprecio un halago, ante el deseo la calma de no reprimirlo, eso
incluye la libertad
Ser prácticos en la vida
tiene sus ventajas, pero nunca olvides que el que está al otro lado, puede
pensar que fue eso nada más un encuentro, un sentir, unas ganas terribles de
acabar con la soledad y está tratando de confirmar que es libre, pero en
realidad esta encadenado a lo que jamás le permitió vivir.
Las putas son libres, me
conto una tuitera, pero si hablamos de las que lo hacen porque quieren, porque
el sexo es una forma de autosatisfacción, de autoproclamación, nos damos
cuentas que el psiquiatras les dirá ninfómanas, otros que tiene calor uterino,
en fin, su libertad se vio condicionada a todos esos traumas, a las malas
experiencias a la búsqueda de la conformidad, a sentirse bien no importando con
quien, y al final solo ella saben lo solas que están.
Ahora como ser libre cuando
vives atado a una máquina,
Es como el preso que usa un
grillete que si pasa ciertos límites, aparte de que te rastrearan, te darán una
descarga eléctrica para volverte a la realidad
o será como en el pasado que te encadenaban una bola pesada al pie, en
donde la única alternativa es cargar con ella para caminar más rápido.
La libertad es física o
mental, para un renal puede ser más mental que física, porque atreverse a
pensar en que existe esa cadena no permitirá disfrutar un sabor, una emoción,
una sensación en donde perder el oxígeno al respirar se convertirá en una
aventura, que al final no importa si estas disfrutando o no es la expresión de
la libertad a la máxima potencia
No falta, quien piensa en la
consecuencia de sus actos, de la libertad que uno pierde y entrega a otros o a
las prescripciones médicas que sigue y deja de sentir.
Es el hecho de besar un
desconocido apasionadamente y después quedarte con haber cumplido tu propio
reto, el de gustarle a alguien, el de sentirte viva, el de que tu cuerpo sea
como una flor que exhala su máxima fragancia y permitas que los demás la
sientan, esa es tu libertad de sentir, de querer, de amar tu cuerpo y el de
nadie más.