Acudí al psiquiatra referida por ideas que tenia mi nefróloga, decía que me veía triste y mis conductas no permitían que dejara de llorar y no comía, y quizás tomaba mas agua y que ella creía que no aceptaba al 100 mi enfermedad y ,le respondí me someto al loquero pero que el loquero no se parezca al sombrerero loco y la que esta asignada a la unidad eso parecía.
Cuando inicie este blog hace muchos años, por idea de un gran
hombre, de un profesional educado, luchador, que debía estar entre las personas
que te podían subir el ánimo porque él era un ejemplo de vida.
me conto que era psiquiatra porque empezó estudiar medicina, y que
a los 21 años ahí por el hospital rosales en una calle se desplomo, debo contar
que él era un hombre alto, más que un hombre promedio, ancho de espalda, aquel
gran ropero y joven decía el riéndose, que tenía puesta la piel y los músculos
en su lugar, pues se desploma y lo llevaron para adentro del hospital siendo
residente lo atendieron de inmediato y le dijeron que tenía un tipo de cáncer
que en El Salvador, jamás habían visto La enfermedad de Hodgkin es un tipo de linfoma, que se tenía que someter a su tratamiento y
pues que no sabían si iba resistir o no, después averigüe que era eso y se
trataba de un cáncer de una parte del sistema inmunitario llamado sistema
linfático, pero que de diagnóstico le daban seis meses de vida, obviamente ya
no sería médico, y que iba a pasar lo que tenía que pasar sentarse a esperar su
muerte.
Se sometió a todos
los tratamientos, pues pese a todo, ahí estaba cincuenta y cinco años después
de ese impase y de su operación a corazón abierto de cobaltos de medicamentos
de esas inyecciones de warferina o heparina que tenía que hacer ligera su
sangre dando consultas
Un psiquiatra te
puede ayudar si tú y él lo quieren, llegas ven un expediente y si alguien
más te ha evaluado y te dicen a ver cuéntame, con el Dr. Ernesto hice una
amistad, leyó insuficiente renal crónico otros padecimientos, medicamentos, me
pregunto porque estas triste que te tiene con aparente depresión, sonreí y le
dije lo que tengo, tengo una maleta de sueños y ahora esta vaciá.
Hablamos de mi
trabajo legal y me interesa la psiquiatría le
dije cuénteme hacían lobotomía en esa época, me hablo
del conflicto armado que tenía conocidos pesados en la izquierda que
yo creí que no eran tan humanos, en esa época yo estaba en paninos y
con un jefe no muy agradable, al final de la consulta me dijo mira ya
nos pasamos del tiempo ambos reímos.
y me dijo por
protocolo debo mandarte donde la psicóloga ella te tiene que conocer
porque no estas para loquero creo que podes hacer más ahí, de ella ni me
acuerdo y fui a una consulta,
conocí
el hecho de dormir por la noches no era un concepto ajeno, por el trabajo me dejaba cada tres meses para ver si evaluada y me decía la verdad nos echamos la platicada, más que de mi me interesaba más el, su esposa una mujer muy valiosa luchadora había sufrido cáncer y era sobreviviente pero el cambio de vida para ella y la readaptación le estaba costando porque ella tenía depresión y el psiquiatra ósea él no la había podido curar, sus hijos uno en la línea correcta y otro que sentía el que se había perdido, para mí era parte de la consulta él también tenía problemas de salud y de familia y necesitaba alguien que los escucharaMi primer médico
psiquiatra falleció hace varios años, y he visto muchos profesionales,
excelentes académicamente, pero con<Ernesto habíamos hecho click, que más de
alguna vez me dijera que sentía orgulloso por algo que yo hacía dejaba de ser
por protocolo y era el instinto paterno.
Un día perdí mis
controles, 2018 busque mi consulta con él y solo supe que había fallecido de un
paro cardiaco y yo me quede parada en despacho punto seguro con el alma triste
con mis ojos vidriosos y solo escuche que la señorita me decía que esperar que
me podía atender una psiquiatra que estaba en su lugar
Me retire, no
asimilaba el hecho y no pude contarle como me había ido en mi trabajo y que
empezaba a ver mejorías porque al fin me veía como un ente no muerto y lamento a la fecha no haber ido a esa cita
que esperaba un diagnostico o solo quería un amigo que me entendía y me podía contar
sus cosas, en donde podía hablarme de medicina, de la guerra, de la guerrilla,
de la música, de los libros, en fin de cosas que hacían que no fuera la
consulta de la fenómeno
A los locos hay que
seguirles las corrientes